El mono Amedio y Marco han partido peras. El mono estaba harto de buscar a la madre de Marco y le ha dado puerta. El mono ha solicitado en un juzgado de guardia de Almería una orden de divorcio en la que alega que Marco es un manipulador con las emociones. Ha declarado a las puertas del juzgado “Siempre estaba llorando a moco tendido para que me fuera con él de los Apeninos a los Andes. Es una caminata de la hostia para un mono tan pequeño. Estoy cansado y tengo sabañones en los pies. Esto no es vida.”

Marco se ha quedado llorando después del choto que le ha dado por la separación de su amigo, y se ha puesto a buscar a su madre con un osito de peluche. De su nuevo amigo ha dicho “A falta de pan, buenas son tortas”