La prueba de este innovador concurso consiste en reciclar 100 kilos de basura separándola en su correspondiente contenedor en el menor tiempo posible. «Que se haya apuntado tanta gente a competir nos permiten mirar al futuro con optimismo, trabajando para dar pasos en firme hacia la economía circular, apostando por la reducción, la reutilización y el reciclaje, asumiendo que reciclar más y mejor es responsabilidad de todos”, ha señalado Nieves Rey, directora de Comunicación y Marketing de Ecoembes. Empresa encargada de patrocinar el «Reciclador del año» con el ansiado “Contenedor de oro”. La princesa Leonor será la encargada de entregar el premio.

María Alonso es administrativa y se encontraría en el top de las recicladoras debido a su perfil y la que aspira a ganar el premio del contenedor de oro en la final. Tiene 56 años, está divorciada y son tres en casa: la actual pareja de María y la hija de ella, de 29 años. Además, vive en Madrid, una de las cinco regiones que cuentan con más espacio de reciclaje en sus hogares, por detrás de La Rioja, Navarra y País Vasco y por delante de Andalucía de donde vienen los otros aspirantes. “Entreno todos los días. En casa tenemos trescientos cubos con cuatro espacios para reciclar, uno para los contenedores marrón, gris, verde fosforito, amarillo limón, y otro de color verde esmeralda para envases y otro blanco para papel”, explica antes de matizar: “Y cuando es necesario, colocamos una bolsa para recoger los esputos, las uñas cortadas y cuando vemos sálvame las lágrimas de cocodrilo, aunque es el material que menos usamos”. Viven en una casa de 69 metros cuadrados y la falta de espacio es, en su opinión, solo una excusa fácil: “Si quieres encontrar el hueco, lo encuentras, tenemos el pasillo con treinta contenedores plegables y dormimos en unos contenedores que tomamos prestados de la calle. Nos encanta reciclar”. Es la candidata preferida del jurado.

Alonso vive en un polígono tecnológico de reciclado y reconoce que al principio le costó atinar con algunos productos a la hora de separar, especialmente aquellos que no usaba a menudo, pero ya apenas duda. “Coger los pedos y separarlos por olores y sonoridad nos costó bastante porque se dispersan muy rápido. Tenemos muchas ilusiones de que este hobby se acabe convirtiendo en un deporte olímpico”. Y ¿qué dice el estudio de Catchment sobre las dudas, especialmente en lo que respecta al contenedor amarillo? Pues que el 78,6% de los que reciclan dice tirar siempre en este contenedor las botellas, botes o garrafas de plástico, condones sin líquido seminal, el 69,8% en el caso de los briks y el 66,4% hace lo mismo con las tarrinas o vasos de yogur de plástico. Sin embargo, aún hay residuos, como los aerosoles (37,1%) y las bandejas de corcho blanco (42%) y las cáscaras de los mejillones o los caracoles que no se terminan de identificar con este contenedor. Para este tipo de dudas de último momento, nada como la aplicación A.I.R-e, un bot gratuito que resuelve cualquier dilema relacionado con el reciclaje a través de texto, voz e imagen.

No hay duda de que año a año va aumentando el compromiso de la población con el medio ambiente y se posiciona como relevante en la vida de los españoles, especialmente a través de hábitos como el reciclaje. Esto se demuestra en los resultados de este estudio que señalan, por ejemplo, que el 93,3% de los encuestados afirma que recicla porque “lo considera importante, aunque otros no lo hagan”, mientras que el 75,4% dice “hacerlo con orgullo”. “Al principio era casi una obligación, era sencillamente lo que había que hacer, pero es verdad que ahora se ha convertido en un motivo para estar orgullosa de mi familia”, asegura Alonso.