Al acabar las doce uvas, justo en el segundo trece, nació la primera trama de corrupción del año con el nombre de Teresa. Van a estar imputados unos cincuenta altos cargos de los principales partidos de la casta que van a ser nombrados a dedo. Aunque es un poco arbitrario el sistema seguro que la mayoría son culpables.

Se les va a acusar de cohecho, trafico de influencias, prevaricación, apropiación indebida, falsedad documental, cohecho y asociación ilícita con la pretensión de cometer delitos financieros y fraude.

Los del PP de Valencia van a ser los padres de la criatura, y las madres socialistas de Córdoba que han pedido ya el divorcio y la custodia compartida. En cuanto el juez se pronuncie ante una posible unión de ladrones se creará jurisprudencia.

Los padres han declarado “No queremos que los de podemos vengan a meter las narices en nuestra relación que tanto bien a hecho a España.”