Los secretos los confeso en el programa «hable con ellas» encima de una cama de buen rollo, y ni de lejos quería hacer caja con estas declaraciones en los diferentes programas que pagan por los cotilleos morbosos de este tipo.

En todo momento se mostró sincera y confiada, y dejo caer unas lágrimas, que no fueron de cocodrilo, que dieron veracidad a sus confesiones.

Los problemas de la pareja empezaron casi desde el principio porque la madre muy controladora de Feliciano, no la dejaba vestirse a su aire, ni comer lo que más le gustaba. Llevaban casi cuatro meses de matrimonio y las infidelidades se hicieron casi insoportables. Alba se derrumbó:
“Feliciano se hacía pajas a mis espaldas en la ducha pensando en otras mujeres. «Sniff». «Sniff».” (Lágrimas. Ruido de caja registradora. Lágrimas.) “Cuando acababa, dejaba las pruebas del delito en la bañera y tenía que limpiarlas yo. «Sniff». «Sniff».” (Ruido de caja registradora). “»Sniff». Como si fuera una vulgar mujer de la limpieza. «Sniff». Y la semana que viene contaré más cosas. «Sniff». «Sniff».”