Sergio ha confesado en rueda de prensa que quizás el peso de los tatuajes haya podido influir en los lanzamientos de dos penaltis que falló en el partido de la selección española contra Suiza. “Llevaba una buena racha de efectividad, pero el último tatuaje tenía más tinta de lo normal y puede que haya tenido que ver a la hora de lanzarlos».

Al acabar las preguntas se ha sincerado off de record con los periodistas «La verdad es que reconozco que los tiré sin ganas. Estoy hasta la polla de tener que tirarlos yo porque nadie se atreve. Por eso ha llegado el momento de pedir más pasta. Y además, como soy el capitán, los seguiré tirando igual por el mismo sitio, así que si queréis ver goles, serán los porteros los que tendrán que tirarse por el otro lado o dejar que entre la pelota. Yo ya he hecho más que suficiente. El fútbol es asín. Unas veces se gana y otras se pierde. En breves daré el salto a la pequeña pantalla. Voy a hacer retos semanales en el hormiguero con Piluka”.