Un joven tiene que ser ingresado de urgencia por una sobredosis de selfies.
A Manu le regalaron el palito que se estira para móviles hace un año y no ha parado de hacerse selfies con todo el mundo que ve por la calle. Incluso por la noche en la cama, se la pasa en vela haciéndose selfies con ositos y muñequitos de trapo. Le ha dado un yuyu y lo han ingresado de urgencia. Mientras le daban tembleques y lo ponían en la camilla, se hacía una foto para colgarla que ha salido movida.
Su familia le ha confiscado el móvil, el Ipad y todo lo que pueda albergar una cámara. En el hospital se ha escapado de la habitación y lo han pillado haciendo selfies con las máquinas de rayos X. Lo han dejado en la uvi e igual no sale vivo por culpa de la radiación. En estas últimas fotos no ha salido muy favorecido porque sólo se le ven los huesos. Esta muy contento porque por fín ha conseguido sacar lo que lleva dentro.
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