Toni Cantó deja la política por tercera vez. Ha declarado en rueda de prensa ante los medios «a la tercera va la vencida”, mientras le ofrecían un cargo en Vox a través de su cuenta de twitter y lo ha aceptado a regañadientes. “Acepto». Ha contestado mientras despotricaba de la cúpula del Partido Popular: “Nadie acepta responsabilidades en los partidos en los que milito. Me decepcionan profundamente. Supongo que Vox también lo hará, pero de momento voy a ir con las ilusiones renovadas. Estos días han sido muy duros para mí”. 

Lo de volver a la actuación lo deja a una lado, aunque no lo descarta. No lo echa de menos porque actuar es lo que se hace en política, “me he sentido muy bien como servidor del pueblo. Estoy acostumbrado a fingir con todo tipo de personajes. En política puedes decir lo que te da la gana, que si no cumples, no pasa nada”. Y ha remarcado que si un día lo dejara, lo que más va a echar de menos son los aplausos y el calor de los simpatizantes en los mítines. “Esas muestras de cariño son más sinceras que al actuar, porque aquí te aplauden siempre. Como actor hay que memorizar textos, darle tensión y ritmo a las palabras, y a veces no funciona. En un congreso puedes decir lo que te salga de la polla, que sabes que te van a aplaudir en los momentos de clímax, y encima no hay un director tocando los cojones: ¡No es creíble! ¡No es creíble!”. 

Al acabar la entrevista ha dicho que en estos últimos 5 minutos tampoco ve claro lo de Vox. Dimite de sus futuros cargos y se da de baja de militancia aún sin tenerla. “Me voy a preparar la maleta para volver a la actuación. Empezaré desde abajo otra vez. Aunque sea de camarero infiltrado. No se me van a caer los anillos”.