La medida se le ha ocurrido a la presidenta cuando estaba cagando en el baño del congreso, y ha gritado “Eureka” al conectarse las dos neuronas que tiene activas en el sistema cognitivo. Con esta medida quiere dar cobertura a emprendedores madrileños para activar la maltrecha economía del sector hostelero. “Los trámites van a ser sencillos», ha recalcado, «con enviarme un pantallazo con la dirección de la casa a mi móvil personal sobra. En cuanto llegue, mandaré la licencia de apertura con un WhatsApp para agilizar trámites y que se pueda abrir el mismo día”.

Ha especificado las medidas de seguridad necesarias para la actividad: “las consumiciones se servirán en mesa. No se podrá sobrepasar el aforo que cada empresario crea conveniente adaptándolo a los metros que tenga la vivienda. En una casa de 70 metros por ejemplo, se podrá dar servicio a 30 personas, si han estado por los menos 5 minutos juntos antes de entrar y todos prometen separarse para charlar. Las casas que dispongan de jardín podrán habilitar un «chillout» fuera al aire libre. Las mascarillas se tendrán que llevar siempre encima, aunque no será obligatorio llevarlas puestas en todo momento. También se podrá poner música y bailar, pero separados”.

Isabel va a crear una lista de reproducción en Spotify. Será especial para este tipo de establecimientos con el nombre “Natividad Ayuso Bares en casa Madrid”. Podrá reproducirse sin coste y las canciones serán de folclore español y música clásica de Albeniz, Falla y Granados. “Todo muy light para evitar refrotes del reguetón”, ha dicho.

Ayuso asegura que con este novedoso y original proyecto, se van crear tres millones de puestos de trabajo y aumentará un 30% el PIB de la maltrecha economía de la comunidad. “Estoy pensando en plantear otra iniciativa excepcional para salvar la Navidad”, ha indicado, “vamos a dar permisos a todo madrileño que se sienta de Madrid, para montar un cotillón en su casa el día 31 de Diciembre. Pero sin barra libre, no la vayamos a liar en la última noche del año, que vamos bien con la pandemia”.

La única obligación que exigirá el ayuntamiento de Madrid para obtener esta licencia especial el día de Nochevieja, será disponer de un botiquín con hidroalcohol de 40º de la marca “Dyc”, que es español, recomendando desde sanidad el de 8 años. Esta propuesta también ha sido idea de la presidenta. Es que no para.