Willy Toledo conoció a la pilarica gracias a la aplicación Tinder. Quedaron unas cuantas veces y consolidaron la relación no muy allá. Se han dado cuenta que tienen más diferencias que coincidencias en muchos temas como el sexo, la política, la religión, y en otros menos generales como las crías de los berberechos cebra en el Jiloca, con lo que nunca han llegado a estar muy de acuerdo.

Willy se ha quejado por las redes sociales que siempre le estaba pidiendo explicaciones sobre en quién se cagaba o se dejaba de cagar, aunque reconoce que siempre le perdonaba. Ha dicho «Ella me engaño al principio de la relación, porque en la foto de la aplicación llevaba un manto y luego en la cita me apareció con otro. Era una mujer que le costaba mucho bajarse del pedestal y a la que no le hacía ninguna gracia perder la virginidad. Además, cuando me cagaba en su padre, el altísimo, para recibir el perdón me hacía rezar dos padres nuestros y tres aves marías. Y eso para un ateo como yo no había dios que lo aguantara.»

Ha cortado con ella mandándole un whatssap con una paloma mensajera del Pilar y no le ha sentado nada bien porque por lo visto tiene muy mala virgen.