El proyecto de estos dos emprendedores es construir urbanizaciones de lujo con campos de golf, hípica, padel, tenis, piscinas, centros comerciales con mar privado y club náutico. La idea es que los propietarios no tengan que mezclarse con el resto de la humanidad. La pobreza estará prohibida bajo pena de cadena perpetua en una cárcel privada que gestionará el complejo.

Sólo podrán comprar estas viviendas personas con un poder adquisitivo de más de un millón de euros, los que no superen ese nivel de ingresos quedan descartados automáticamente, que ni se molesten en aparecer.

Si el sistema funciona, tienen previsto desarrollarlo en el espacio en dónde se controlará la especie para que una nueva élite de humanos viva para siempre de los jamases. No se admitirán perros que no tengan pedigri certificado.