Carles en su afán soberanista y de protagonismo, declarara la celebración de «nochevieja» para el 5 de Octubre. Él mismo dará las campanadas por la TV3 a las 12 de la noche. Unos días antes, emitirán el tradicional discurso de Navidad que lo leerá Oriol Junqueras en un catalán muy cerrado que se habla en la parte del Pirineo oriental de Gerona. Para celebrar el año entrante, el 6 de Octubre, Junts por el sí y la CUP regalarán bolsas de cotillón con una barretina, una bandera estelada y serpentinas con los colores de la bandera independentista. También para los catalanes católicos, cambiarán la fecha de la venida de Jesús al mundo y el día de reyes que será cuando les salga de la polla.

Hay catalanes que están a favor de esta medida y la creen muy necesaria porque España lleva años obligándoles a celebrar el fin de año el 31 de Diciembre, mientras por detrás les roba el dinero con la algarabía de la fiesta y la resaca del uno de Enero. Hay otros como Manel, catalán afincado en la franja y que trabaja en Fraga, que no están de acuerdo “Cullons. Yo trabajo al día siguiente y no me quiero poner pedo si no tengo fiesta.”

El alcalde de Fraga ya ha declarado que allí no van a seguir las directrices de los separatistas porque es un pueblo de Aragón. Puigdemont ha calmado los ánimos, y ha comentado que seguramente para esas fechas ya habrán conquistado todas esas zonas y los pueblos limítrofes no tendrán ningún problema para celebrar el año nuevo con Cava del Penedés.