Siempre se ha dicho que el pandero de Jennifer Lopez es de los más perfectos del mundo del espectáculo, pero desde ayer, ha comenzado a caer en el ranking. Jennifer se disponía a mirarse al espejo como hace todas la mañanas para chequear su utensilio de trabajo, su cuerpo, cuando al darse la vuelta para ojear lo más valioso, ha vislumbrado dos estrías de procedencia desconocida en la parte baja de la nalga derecha. Se ha dirigido a urgencias de la clínica más cercana y han comenzado a estudiar su caso. Los médicos, ante lo extraño de la aparición mariana, se han quedado perplejos y han cerrado una planta entera del hospital para poder comenzar sin falta un tratamiento efectivo. Jennifer profundamente afectada, ha llamado al trabajo y ha dicho que por seguridad, hasta que no desaparezcan esas horribles cosas de ahí, no vuelve.