El día 14 se cantó el “pobre de mí” y finalizó el festival internacional del toqueteo y el magreo de la capital Navarra. Este año se ha cerrado con un saldo de siete cogidas por asta de toro, cinco violaciones por asta de polla, cuarenta tocadas de tetas, y doscientos refrotes de cebolleta.

Desde el consistorio, el concejal de seguridad Achist Romero insiste en que son cifras normales, y que se dan en cualquier evento veraniego dónde el alcohol y la juerga son el eje principal de las celebraciones. Aún así, remarca “Es verdad que han aumentado un tanto por ciento los magreos a turistas Francesas, algo que habrá que valorar, y dos puntos porcentuales las tocadas de tetas autóctonas. No esta nada mal si las comparamos con otras fiestas de este tipo como las de Teruel. Si es que existen, que no lo sabemos a ciencia cierta.”

Estos actos son considerados por mucha gente como abusos, y no son del agrado de ciertos grupos feministas que han convocado sendas manifestaciones. “Son intolerables y no se pueden permitir.” Ha declarado su portavoz María Jimenez que ha pedido responsabilidades.

El concejal de cultura ha pedido calma y les da la razón. Asegura que han invertido más medios que el año pasado para acabar con estos comportamientos. «Hemos colocado más de 2000 policías y cámaras de seguridad por la ciudad, pero es muy difícil controlarlo todo por la gran afluencia de gente que viene de todas partes del mundo, y porque estos indeseables lo hacen siempre cuando no hay nadie mirando. Menos mal que hay imbéciles que lo graban con sus móviles.» Y ha finalizado «El sexo en las fiestas siempre ha estado ahí, lo que ocurre es que ahora se le da más importancia y se denuncia. Antes, cuando te despertabas de la borrachera, si te habían violado un poco, pensabas que había sido un sexo no muy bueno, te quedabas con un pequeño chasco, pero no le dabas mayor importancia. El año que viene tendremos que educar mejor y estar más atentos porque el sexo tiene que ser consentido y con sentido común.»