Un hipster se apodera del cuerpo de Fdo Alonso y llaman al vaticano para que le practiquen un exorcismo.
Encuentran a Fdo. Alonso en un ascensor con todos los botones encendidos subiendo y bajando sin para durante horas. Llevaba una barba poblada pero bien peinada, una camisa a cuadros y unos cascos con música Indie sonando a todo volumen. Su equipo ha llamado al vaticano para que un cura especialista en posesiones le saque el leñador cool que se le ha metido dentro para que pueda volver a las carreras.
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