Crispin Krangler puso una demanda de paternidad contra Chiquito de la calzada hace unos años. Tras analizar el ADN de ambos el juzgado número cinco de Merida le da la razón. Chiquito va a tener que darle los apellidos y ha dejarle en herencia todos los chistes de chiquitistan para que haga buen uso con ellos.

Crispin de la Calzada Krangler, que ya se ha cambiado el nombre artístico, está muy contento porque ahora si que va a poder desplegar toda su artillería humorística con libertad, y además sabiendo quién es. Ha comentado «pienso llevar muy lejos el negocio familiar. Sobretodo el “modosito» que tantos éxitos me ha granjeado en el pasado.»