Tamara estaba a punto de meter un pollo al horno para preparar una receta para Master Chef, cuando de repente, un chorro de fuego salió del interior del alado y se introdujo vía genital en su cuerpo. “Noté un calor que me entraba por ahí y por lo visto me inseminó. Luego el pollo dejó la bandeja y se elevó por la habitación en medio de una luz blanca. Me susurró que era la segunda venida que estábamos esperando”. Ha comentado Tamara.

Por lo visto el Pollo que también es trino, ha venido en lugar de la paloma que estaba pasando una cuarentena en el cielo. Le preguntó a Tamara si era inmaculada, y ella le contestó “A ver, soy virgen a medias, en la mente sí, porque me iba a meter a monja, pero ahí abajo, ha habido cierta actividad, aunque nada serio que dios no pueda perdonar. Si nuestro señor quiere que sea la madre de otro hijo que viene a salvarnos del coronavirus o del pecado, yo encantada osea.” El pollo le comentó si quería niño o niña, porque dios está solidario con el rollo ese de las mujeres feminazis y permitía elegir “Me da igual. Yo preferiría que fuera hijo de dios, pero sí él quiere que sea niña, la querré igual. Yo también soy mujer”. 

Támara ya está negociando las fotos del alumbramiento con el Hola y el Vaticano. Ha preguntado si tendrá que hacerlo en un pesebre, aunque ha dejado claro al altísimo, que con las mansiones que tiene la familia, no necesita un establo para recibir a los reyes de Oriente. “Por lo menos está vez no va a ser un perro flauta. Va a venir de buena familia y con muchas más posibilidades de éxito”. Ha comentado con cara de alegría por tan feliz acontecimiento. «Sabía que estaba destinada a tener algo con dios».