Esperanza Aguirre es el prototipo de una generación de muñecos de alta tecnología. Gracias a un nuevo tejido que imita la piel humana, se ha conseguido un gran parecido en aspecto y tacto. Incluye un software con varias programaciones como reproducción de voz y conducta. Los robots tienen varias horas de autonomía para que puedan interactuar en sociedad.

Por lo visto Esperanza tuvo fallos desde el principio en las conexiones del cerebro. Antes de poder corregirlos se escapó y se metió en política en el único partido que encajaba con estos errores del sistema. Los del PP han encontrado un filón en ella y no la quieren devolver. Ese retraso mental cala en un sector de la población española y consigue votos. Los científicos del proyecto insisten en que la lleven a fábrica para resetearla, pero Mariano Rajoy está pensando en producirla en serie. Si esto se produjera, España tendría un grave problema al ya añadido de la crisis.

Si alguien la ve que avise a las autoridades y que no intente detenerla porque es peligrosa. Aquí tenemos una foto antes y después de ponerle el traje.