La película trata la historia de Ramón Arroyo, al que le diagnostican esclerosis múltiple y decide competir en Iron Man, una de las pruebas deportivas más duras del mundo. La historia tiene escenas muy dramáticas y al grabarlas con Dani todo el equipo técnico se moría de la risa. Ante la imposibilidad de rodarlas sin hacer reír, la productora de 100 metros ha decidido poner al malagueño un doble para sustituirlo y que el rodaje no se pare por la guasa.

Dani ha querido dejar claro que se siente muy cómodo con el drama, sobretodo desde que le han puesto el especialista. Ha dicho también que no volverá a presentar los Goya porque va a prepararse para los Oscar. Por eso ha elegido este papel más serio, alejándose de los cómicos llenos de tópicos en los que le habían encasillado. Desde que habló con Antonio Banderas del rollito tan bueno que llevan en Hollywood, quiere abrir su carrera hacía lugares donde no reine la envidia y el resentimiento hacia el éxito ajeno.

Los técnicos y figurantes de la película han declarado de la contratación de especialistas en drama  “Normal que le hayan puesto un doble, es que lo ves, y te descoronas. No podíamos acabar una escena sin llorar… pero de la risa.»