Las muñecas llegaron al portal en mala hora. Justo cuando dos pastores venían a adorar al niño y de pasar varias semanas con el ganado en las montañas… y tenían ganicas, muchas ganicas… La naturaleza siguió su curso y lo que pasó pasó…

Uno de los pastores ha confesado que no habían visto en el belén tías tan buenas y que para ser famosas hablaban más bien poco; pero como andaban como a saltitos, y se les movían las minifaldas, pensaron que estaban provocando y que querían guerra.

Las muñecas han confesado que aunque tienen esas caritas angelicales de no haber roto un plato es porque las hicieron así en fábrica, pero que por dentro también tienen su corazoncito y un fuego que apagar. Se quejan de que nunca les correspondieron con unos muñecos de famosa. Una de ellas ha declarado «Ha sido muy largo el camino y muchos años andando para llegar al portal… pues… ¡qué te entran ganas joder!